En un soleado día de septiembre, estudiantes sénior de la escuela secundaria cavaron la tierra para cosechar más de 140 libras de papas en la granja intergeneracional de Partridge Creek, en Ishpeming, Michigan. Después de limpiarlas, pelarlas, trocearlas, pre cocinarlas, envasarlas al vacío y congelarlas en Northwoods Test Kitchen, el fruto de su trabajo se servirá a los estudiantes en sus almuerzos escolares este otoño.
Este es solo un ejemplo de los esfuerzos regionales de gran repercusión que involucran activamente a múltiples socios y, lo que es más importante, a los estudiantes, en las decisiones que se toman para ofrecer alimentos más sanos y locales en los comedores escolares.
Quiénes participan
Partridge Creek Farm (PCF) proporciona acceso a alimentos locales y educación para conectar a los miembros de la comunidad con sus alimentos y entre sí. En colaboración con Northwoods Test Kitchen, la Agencia Regional de Servicios Educativos de Marquette Alger (Marquette Alger Regional Educational Service Agency, MARESA), la extensión de la Universidad Estatal de Michigan y los distritos escolares locales de Negaunee e Ishpeming, PCF recibió un premio de $250,000 a la colaboración en innovación del Centro de Innovación de Sistemas Alimentarios Escolares del Lago Michigan. En los próximos dos años, se apoyarán en su labor actual para hacerla operativa y conseguir que los niños se interesen por los alimentos que consumen con el fin de crear una repercusión integral en la comunidad.
“No podríamos hacerlo sin nuestras asociaciones agrícolas”, afirmó Mary Antonia Andronis, directora de programas y asociaciones de PCF. “Hay tanta gente que nos cubre las espaldas”.
Cómo trabajamos
Cada miembro de esta asociación aporta su experiencia a las necesidades de carácter polifacético de conectar los alimentos locales con las escuelas. A medida que este programa continúe, estas relaciones se nutrirán para facilitar el éxito, la participación equitativa y el fomento de la confianza. Para trabajar por un futuro alimentario local brillante para la zona, PCF amplía actualmente su labor a través de dos equipos especializados: educación, así como Producción, Transformación y Compras (Production, Processing, and Purchasing, 3P).
El equipo de educación participará con los estudiantes en degustaciones, actividades en el huerto escolar y presentaciones que pondrán de relieve los alimentos culturalmente significativos a través de voces y recetas de la comunidad. Además, el equipo de educación colaborará con los Equipos de Alimentación Localmente Integrada (Locally Integrated Food Teams, LIFT-UP), para incluir un proceso dirigido por los estudiantes que investigue las barreras del sistema alimentario con la pregunta: “¿Qué haría falta para conseguir más alimentos locales en nuestro comedor?”. Algunos representantes de MARESA y de la extensión de la Universidad Estatal de Michigan (Michigan State University, MSU) trabajarán directamente con los estudiantes para comprender su visión de un almuerzo escolar y así informar directamente el trabajo del equipo 3P.
Centrado en hacer que este trabajo sea sostenible en el tiempo, el equipo de producción se concentrará en la planificación de las cosechas, los procedimientos operativos estándar para las cocinas escolares, la elaboración de recetas que se ajusten a los productos disponibles y a las normas de nutrición escolar y conseguir que se sirvan alimentos locales en las escuelas. Las hortalizas y las hierbas se cultivarán en Partridge Creek Farm, mientras que Northwoods Test Kitchen —una cocina de economato que ofrece espacio de procesamiento comercial en Marquette— preparará y congelará los alimentos cultivados localmente para facilitar la incorporación de productos locales a los gerentes del programa de alimentación escolar. Esta asociación para el procesado resuelve un constante cuello de botella a la hora de hacer llegar alimentos locales a los comedores escolares, debido a la falta de capacidad y equipamiento.
“A través de nuestro trabajo de colaboración en este proyecto piloto, una meta adicional es crear sistemas reproducibles que puedan ser ampliamente compartidos en toda la región, lo que tendrá una repercusión aún más amplia y a más largo plazo en nuestro sistema alimentario regional”, dijo Andronis.
Estos equipos de colaboración son los ingredientes que crearán la receta del éxito. A través de producción, procesamiento y compra reflexivos, así como de educación, PCF mejorará una cadena de suministro duradera y localmente integrada que apoye una relación sana de los estudiantes con los alimentos frescos.
Créditos de la fotografía n.º1: May Tsupros, foto de grupo del equipo Food Futures durante su visita a la
Escuela de Educación Técnica Profesional de Muskegon, donde el equipo aprendió a trabajar con los
estudiantes para procesar papas y otros alimentos locales e integrarlos en las comidas escolares.